Ideas de negocio exitosas

¿Qué hace que una idea de negocio tenga más posibilidades de ser exitosa?

Veamos algunos conceptos claves. En principio podemos simplificar las ideas, por razones prácticas, en dos grandes grupos:

  1. Dentro de una categoría existente de producto/servicio
  2. Ruptura o creación de una nueva categoría

Hoy nos ocuparemos del primer caso: Categoría existente. Primero convengamos en el significado de “categoría”. Entendemos como tal al “producto esencial”, “producto genérico” y “producto esperado”. Veamos de qué se trata.

Por ejemplo, un hotel:

  • Producto esencial: alojamiento
  • Producto genérico: hotel “X” estrellas
  • Producto esperado: son todas las características, servicios, etc. que el cliente espera de un hotel de esa categoría.

Hasta aquí es evidente que no hay nada novedoso, para ello hay que dar un paso más, sorprendiendo al cliente con algo que no esperaba, que supere sus expectativas. Hablamos entonces de un Producto/servicio con “valor añadido” o Producto Aumentado, que se diferencia del resto de los competidores.

¿Eso es todo? Pues no, porque lo que hoy puede ser un valor añadido, puede pasar a ser esperado, en la medida que los competidores lo copien.

Entonces, el producto/servicio deberá cambiar o evolucionar hacia otro nivel: el de Producto Potencial.

Tenemos así el siguiente esquema de niveles de producto:

Esquema de Niveles de Producto

Sin duda se trata de algo muy dinámico, puesto que el cliente siempre buscará más por el mismo dinero…o aún por menos.

¿Cómo encaja esto con la idea de negocio? Se deduce fácilmente. Dentro de determinada categoría con un producto de valor esperado “X”, la idea que tiene mayores posibilidades de triunfar es la que añade valor para el cliente. Esto es así a corto plazo, es decir al lanzamiento y poco más, pero si pretendo hacer negocios perdurables tengo que pensar en el “valor potencial”, es decir, las posibilidades de desarrollo, o salto, de ese producto/servicio a ese nivel.

Trasladémonos unos años atrás y pensemos en el negocio, por ejemplo, de los locutorios. Sin duda el éxito estaba en que cubrían una necesidad. Los primeros tenían un valor añadido, luego ese valor pasó a ser esperado (todos ofrecían lo mismo). Los que evolucionaron sobre el potencial y añadieron otros servicios (internet, envíos de dinero…) son los que aún sobreviven. ¿Hay otro potencial que explotar en este negocio? Esto ya lo dejamos a la creatividad de cada uno de los lectores.

En resumen, para que un emprendimiento esté montado sobre una idea con mayores posibilidades de éxito, tenemos que tener muy claros estos conceptos y preguntarnos:

¿En que categoría está la idea?

¿Cuál es el valor añadido que me diferencia de los competidores?

Y finalmente ¿cuál es el potencial que me permita desarrollarlo y volver a diferenciarlo? 

 

Sobre el autor, Luis Roldán González

Luis es Ingeniero. Master en Marketing Estratégico, diplomado en educación a distancia y Trainer de Calidad Total.

Ha desarrollado su carrera como Consultor en gestión de empresas y formador. Más de 30 años de experiencia en el mundo empresarial, tanto en organizaciones multinacionales como Pymes.