Emprender para dummies: cómo validar tu idea de negocio

Las palabras se las lleva el viento, y tu idea no es más que eso, palabras.

Antes de plantearte si tu idea de negocio es viable tienes que darle forma de hipótesis (problema y solución) y bocetar un primer modelo de negocio con Business model canvas. Con esto ya habrás empezado a ponerte en la piel de tus futuros clientes pero no son más que suposiciones que debemos validar antes de dar el salto.

Para poder confirmar nuestras hipótesis nada mejor que aprender un poco de Customer Development y Lean Startup, metodologías que se basan en el conocimiento del cliente para desarrollar un producto con más opciones de éxito.

Dicho esto tengo que aclarar que no existe un fórmula para todos los proyectos, cada negocio es un mundo y lo que funciona para uno no tiene por qué funcionar para otro, pero existen unos conceptos más o menos estándar que se pueden aplicar de forma similar.

Además del problema y solución, existen varias hipótesis adicionales como los canales de venta, el precio, número mínimo de clientes para alcanzar el break even (punto de equilibrio en el que los ingresos son iguales a los gastos…) que requerirán de más pruebas para poderlas validar.

Para confirmar tus hipótesis necesitas “salir de la oficina” y hablar con posibles clientes, si no no hay forma de hacerlo. Cuánta más información puedes obtener más conocimiento tendrás de tu negocio, pero no olvidemos que hay actuar rápido para mantener el coste bajo (ya sea económico o temporal) y no caer en la parálisis por el análisis.

Hay diferentes formas de conseguir validar cada una de tus hipótesis, siendo las más fácil pero menos objetiva, hablar con conocidos. Dando un pequeño salto nos encontramos con información obtenida desde internet, por ejemplo creando una web muy sencilla (landing page) que explique el problema (o solución) que vamos a atacar y que invite a los visitantes a suscribirse a un mail para saber cuando se lanza el producto. Un pasito más sería entrevistar a la gente que ha dado su mail para obtener más información. Con este proceso podemos ir comfirmando/descartando/modificando nuestras hipótesis.

Una vez tengamos bastante claro que estamos en la dirección adecuada, nunca lo podremos saber al 100%, es momento de empezar a desarrollar un prototipo o MVP (Producto Mínimo Viable), con el que seguir testeando nuestras hipótesis ahora desde una perspectiva de producto.

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