¿Qué es el Inbound marketing?

Con el objetivo de atraer más clientes y con ello mejorar las ventas, las marcas y empresas aplican un conjunto de estrategias de marketing, entre ellas el Inbound marketing, que a diferencia de otros métodos no pretende saturar con anuncios al posible cliente para que compre sino que se vale principalmente del  contenido para generarle la necesidad de adquirir un producto o servicio.

¿Cómo puedes aprovechar el inbound marketing en tu negocio? ¿Cuáles fases comprende? En este artículo le damos respuestas a estas preguntas.

¿Qué es el Inbound marketing?

El Inbound marketing o marketing de atracción, es una estrategia de mercadotecnia que tiene como objetivo atraer clientes  y acompañarlos desde el comienzo del proceso de compra hasta la finalización de la misma. Pero, ¿qué se usa para atraerlo? Principalmente  el contenido de calidad que  aporte valor y que resulte interesante para  el usuario.

Para que el marketing de atracción tenga éxito, se debe guiar al cliente potencial desde el momento en el que se entera que tú marca o producto existe, hasta que se produce la conversión. Incluso se puede ir un paso más adelante y fidelizar al  cliente con el objetivo de que vuelva a comprar y hasta se convierta en un evangelizador de la  marca.

Beneficios del Inbound marketing

Los principales beneficios o ventajas del Inbound marketing se resumen en la atracción de clientes que verdaderamente están interesados en tu  producto, es decir, mayor cantidad de leads, más visitantes a la página web de la marca, mayor tasa de conversión y, en definitiva, mejores ganancias para la empresa.

Además, debido a que es necesario crear contenido y aplicar técnicas SEO para poder hacer una estrategia de Inbound marketing efectiva, esto también se traduce en beneficios para la empresa. Al crear contenido de calidad y que no caduque en el tiempo (contenido evergreen), para el sitio web de la marca, esta se posiciona como una autoridad en la materia.

Fases del  Inbound marketing

El Inbound marketing comprende cuatro fases, correspondiéndose cada una con las etapas por las que pasa el comprador.

Fase 1: Atracción

La primera fase tiene que ver con hacerle saber al usuario que tu marca o producto existe. Para lograr esto se suele usar el marketing de contenidos, el SEO y el SEM, con el propósito de ser visible de cara al consumidor y dirigirlo al sitio web de la marca.

En esta fase es determinante la creación de contenido de valor y su publicación en los lugares donde está tu audiencia objetivo, por ejemplo, un blog y las redes sociales. Por otro lado, el  contenido no debe limitarse a texto, sino que también pueden emplearse otros formatos  como infografías, podcast y videos.

Fase 2: Conversón

Una vez que logras atraer a los potenciales clientes a tu sitio web, es hora de poner en marcha acciones que permitan convertir esas visitas en suscriptores.

Para lograr esto es buena ofrecer algo a cambio de la suscripción, siendo lo más común un ebook, plantillas, acceso  a la zona VIP de la web, un descuento, o cualquier otra cosa que quieras darle al usuario que voluntariamente te deje su dirección de correo electrónico. Las estrategias que formen parte de esta fase puedes idearlas o dejarlas en mano de una agencia de marketing como NothingAD que puede ocuparse por ti  de cada etapa.

Fase 3: Educación

Tener una base de datos con los email de los posibles compradores es ya un gran paso, pero ¿qué debes hacer con estos registros? Ha llegado el momento de educar al usuario, lo que  en este caso equivale a enviarle información relevante y que le ayude a terminar la compra.

Para que esta fase tenga  éxito es recomendable enviar correos informativos antes de aquellos que tienen enfoque comercial, pues de esta manera se podrá ir conociendo el verdadero  interés del usuario en comprar. Esto es importante porque muchas veces una persona se suscribe a una web solo para recibir el ebook que se le ofrece y no porque quiera saber algo más de la marca.

Este detalle se puede saber cuando se envían los correos, si un usuario ni siquiera se toma el tiempo de abrir el mensaje, es probable que no le interese en absoluto  lo que ofreces, así que estaría de más seguir enviándole  correos. Siendo lo más recomendable pasar el contacto a la lista negra o darle de baja.

Así como es importante determinar quiénes tienen más probabilidades de ser compradores, reviste la misma importancia segmentar a los suscriptores, pues esto permitirá que la información que reciban por correo les resulte interesante.

Como parte de la educación también te puedes valer del retargeting para mostrarle al cliente, en el lugar en el que esté; contenido que le lleve de vuelta a tu web y finalice el proceso de compra.

Fase 4: Cierre y fidelización

Algo tenemos claro: desde el primer momento tu  intención es vender y por ello has puesto en marcha todas las fases anteriores para poder llegar al momento en el que el usuario se concierte en cliente al realizar la conversión, es decir,  al comprar tu producto servicio.

Pero, no todo acaba con la venta, sino que después de ella aún tienes que trabajar, en es este caso para fidelizar a los clientes. Para esto, puedes valerte del email marketing para seguir enviándole contenido de interés, promociones especiales, nuevos productos, mensajes personalizados en fechas especiales e incluso una encuesta de satisfacción una vez pase el tiempo y este  haya podido probar el producto o servicio.

Con esto  también se busca convertir al cliente en evangelizador de la marca, y que sea el quien te promocione entre sus contactos. Créenos que si lo que ofreces es de calidad y sabes consentir a tu cliente, de seguro hablará  de ti con gusto.

Conclusión

El inbound marketing, a diferencia del marketing tradicional, no es invasivo y permite obtener mejores resultados, ya que hace posible llegar a quienes en realidad pueden convertirse en consumidores de tu marca.

Cada una de sus fases, bien implementada, hace posible ir limitando la audiencia lo que se traduce en más conversiones y más ganancias, porque los esfuerzos se dirigen a donde hay más posibilidades de venta. A su vez, los mismos usuarios salen beneficiados porque reciben contenido de valor y productos que puedan solventar  una necesidad real.