Qué hábitos debes modificar para sacar lo mejor de ti

Seguramente te habrás preguntado muchas veces qué podrías hacer para ser más eficiente, trabajar de manera más efectiva y, en definitiva, exprimir al máximo tus habilidades y capacidades para sacar a relucir la mejor versión de ti.

Hay quien cree que, trabajando más horas, o dedicándole más tiempo a una actividad determinada va a llevarla a cabo con más éxito. Nada más lejos de la realidad: en cuanto a eficiencia y productividad, no importa la cantidad, sino la calidad. Así que, empezando por modificar algunos pequeños hábitos en tu vida, conseguirás dar ese paso para estar al 100% y sentirte satisfecho.

  • Cumplir las horas de sueño diarias. Algo que se suele sobreestimar, pero que es realmente importante. El descanso es vital para un buen funcionamiento del organismo y por ello se deben respetar las horas del sueño diarias. Para un adulto, las horas diarias recomendadas son 7-8 horas, así que asegúrate de dormir todos los días suficiente para dejar que tu cuerpo se regenere lo mejor posible y recargue las pilas para empezar el día siguiente con mucha energía.
  • Alimentarse de manera equilibrada. Suena a cliché y probablemente lo hayas leído multitud de veces en diferentes revistas sobre cómo cuidar tu salud, pero el tópico de “somos lo que comemos” es tan real como la vida misma. Trata de llevar una dieta sana y equilibrada, donde abunden las frutas y verduras, los alimentos ricos en fibra y donde no falten las proteínas y el calcio. Respetar los horarios de las comidas y dedicarle al menos 30 minutos de nuestro tiempo, porque comer con prisas tampoco es nada bueno. Alimentarse de forma saludable y nutritiva nos ayudará a sentirnos mejor y a mantenernos con la energía que necesitamos para lograr con éxito todo aquello que nos propongamos.
  • Realizar ejercicio físico regularmente. Un paseo de media hora al día puede ayudarnos no sólo a estirar las piernas, sino también a despejar las ideas y volver a nuestras actividades con la mente fresca. Las opciones son casi infinitas: desde natación, ciclismo o running, hasta clases de zumba o tonificación. Cualquier actividad física moderada que realicemos será beneficiosa tanto a nivel físico como mental y una vez acostumbrados, será una parte más de nuestra rutina.
  • Marcarse metas a corto plazo. Estudios han demostrado que marcarse metas a corto plazo aumenta la motivación y la percepción de eficiencia a la hora de realizar una tarea. Si el objetivo está más cercano, se verá más alcanzable y hará que trabajemos constantemente hasta lograrlo. En lugar de querer tener un cuerpo de revista o ser un deportista de élite, empezar por tener como meta “hacer ejercicio físico con regularidad” o “salir a correr 2 o 3 veces a la semana”. Cuando lo logremos, podremos ir subiendo el escalón de las metas de manera progresiva y conseguiremos los objetivos.  
  • Empezar algo, sin dejarlo a la mitad. Así como marcarse metas a corto plazo ayuda a aumentar la motivación y productividad, ser consecuente con las actividades que se realizan también lo es. Sin importar cual sea la tarea, llevarla a cabo hasta al final y mantener la atención y concentración en ella supone un ejercicio mental muy bueno. Tener un gran nivel de concentración siempre es necesario. Las personas entrenan la mente mediante juegos estratégicos como el Blackjack o el ajedrez, y hay quienes simplemente se conforman con un sudoku. Olvidarse del cerebro multitasking y dedicarle a cada cosa que se haga su tiempo y atención total, porque a nadie le gustan las cosas a medias.
  • No desanimarse si no vemos resultados enseguida, aunque antes hemos hablado de la importancia de fijarse metas a corto plazo, es posible que las primeras veces que intentemos algo no salga a la primera, o que el proceso dure unas semanas hasta que los resultados sean visibles. Por ese motivo es importante no agobiarse ni sentirse desmotivado si los resultados no surgen en el momento; hay que tomárselo como si plantáramos una semilla y tuviéramos que echarle todos los días un poco de agua hasta que la planta crezca y florezca. Con paciencia y constancia todo se consigue.

Ya tenemos algunas de las claves para modificar nuestros hábitos con el fin de sacar lo mejor de nosotros mismos y exprimir al máximo el día a día. Son hábitos fáciles de conseguir y que pueden parecer muy simples, pero son más relevantes de lo que uno se pueda imaginar; y es que pequeños cambios en los hábitos pueden provocar grandes resultados.