Entrevista temática sobre e-commerce a Javier Echaleku
Javier Echaleku es uno de los mayores expertos en e-commerce de España. Hasta llegar a la forma definitiva de su empresa de consultoría en e-commerce, Kuombo, ha desarrollado diversas tiendas online propias, y ayudado a muchas más. Todo un veterano en esto de vender por Internet.
Para empezar, ¿qué nos puedes contar de ti?
Bueno, gracias por la presentación pero creo que es algo exagerada 🙂 eso de “uno de los mayores expertos” no creo que sea cierto puesto que hay gente que sabe mucho más que yo de comercio electrónico y de muchas más cosas. En primer lugar saben mucho más cualquiera de mis compañeros del equipo de kuombo. Yo solo soy comercial de vocación, apasionado por la venta y por internet, que un día junté estas dos pasiones y fundé la empresa en la que aprendo cada día, de nuestros clientes, de nuestro equipo, de la gente que conozco y de todo lo que leo, experimento y pruebo. Más allá de esto poco puedo contarte sobre mí.
El e-commerce sigue en crecimiento a pesar de la situación económica global, sin embargo en España parece que todavía queda mucho por hacer. ¿En qué estado se encuentra el e-commerce dentro de nuestras fronteras?
No creo que sea cuestión de que en España nos quede mucho por hacer en cuanto a ecommerce, si no que nos queda mucho por hacer en todo, empezando por los empresarios de cualquier sector y terminando por los trabajadores de cualquier empresa, pasando por políticos, funcionarios, parados y amas de casa. Y eso de que el ecommerce sigue creciendo me gustaría que alguien que tenga acceso a datos reales lo pudiese explicar de una forma más detallada porque no me lo creo. Es cierto que hay más ventas por internet, pero me juego lo que quieras a que la mayor parte de este crecimiento es de las tiendas que más volumen de venta tiene, me refiero a las grandes multinacionales que tiran del carro.
Los pequeños comercios y empresarios que triunfan en internet son anecdóticos y hay muchas más tiendas online que fracasan, e incluso ni llegan a ver la luz del sol, que las que realmente crecen y se desarrollan fuertemente.
De todos modos es indiscutible que el mundo online es una realidad y todos tenemos la obligación de, por lo menos, intentarlo con fuerza y con conciencia clara de que nos requerirá inversión en tiempo, en formación y en recursos económicos.
A la hora de plantear un nuevo proyecto de tienda online, ¿qué es mejor: vocación nacional o internacional? ¿Qué supone cada uno de estos modelos?
Aquí no creo que exista una regla clara. Depende mucho del punto de inicio con el que se parte. No es lo mismo un emprendedor que quiere validar una idea de ecommerce que ha tenido y que ni siquiera ha negociado con proveedores, que una empresa fuerte con presencia física en toda Europa y que quiera iniciarse en el mundo online.
No creo que la pregunta inicial sea “nacional o internacional”, si no “viable o no viable” en el caso de alguien pequeño que empieza y “afecta o no a mi canal tradicional” en el caso de alguien que ya tenga desarrollada su estructura de ventas a través de tiendas multimarca, tiendas propias o franquicias.
La venta online en el caso del pequeño o del nuevo es un reto, en cuanto a la validación del modelo de negocio, ya sea nacional o internacional. Y en el caso del que ya tiene creado un canal podemos decir que es un reto en cuanto a crear una “extensión” complementaria que tendrá muchos pros y muchos contras a valorar, validar y arriesgar.
Social Media, SEO, Adwords, Conversiones… No todos tenemos un equipo multidisciplinar para montar un proyecto descomunal, así que… ¿cuáles son los puntos claves de una buena tienda online?
Creo que solo uno: la formación. Aprender lo que para cada uno sea clave, aprender el lenguaje de internet, aprender las casuísticas del canal online, y sobre todo aprender a crear un equipo. Dices que no todo el mundo tiene un equipo multidisciplinar, pues tendrá que convertirse en “multiformado” y saber de “multitodo” o crear ese equipo multidisciplinar para poder competir. Y para ello lo primero es formarse en saber qué es lo que necesita y cómo conseguirlo. Seamos sensatos, si tu competencia sí que tiene ese equipo y además tiene recursos, muy probablemente no tengas oportunidades y mejor que no te metas.
La irrupción del dropshipping ha provocado una serie de fenómenos, como por ejemplo que haya gente vendiendo de forma totalmente ilegal o que sea más fácil para un emprendedor montar una tienda online. ¿Qué ventajas y desventajas introduce esta forma de vender directamente desde el proveedor?
Lo de que el dropshipping hace que un emprendedor tenga más fácil montar una tienda online no lo veo del todo cierto. El dropshipping tiene ventajas pero también innumerables inconvenientes como la infidelidad del proveedor o la mala gestión que deberás suplirla con mucha más gestión propia, así como la pérdida del control del producto, de la logística y de la calidad de la entrega final.
Lo de la ilegalidad no lo veo tampoco ligado al dropshipping. Hay ilegales en esa modalidad, en la de almacén propio incluso en tiendas online que ni siquiera tienen producto ni tienen intención de tenerlo. También existe ilegalidad en el comercio o la empresa más tradicional. Fíjate, existe hasta en los partidos políticos 🙂
El dropshipping puede ser bueno para validar producto, ideas, conceptos, pero difícilmente como modelo de negocio puro a nivel de proveedor. Aunque es cierto que hay empresas que lo están haciendo muy bien, tanto como proveedores como a nivel de tiendas que lo utilizan como estrategia de distribución.
No podía cerrar la entrevista sin preguntarte por tu post más famoso, Yo me arruiné emprendiendo. En España es muy difícil hablar del fracaso propio, además somos muy dados a echar la culpa a cualquiera que no seamos nosotros, y realmente es un tema del que podemos enriquecernos todos. Después de un “gran fracaso” y varios éxitos a tus espaldas, ¿cómo ves todo esto ahora?
Bueno, lo de un gran fracaso es cierto pero hay que sumarle muuuuchos otros pequeños fracasos. Entiendo como fracaso todo aquello que no te permite alcanzar un objetivo, y con esto lidiamos día a día. Mi concepción del fracaso en este sentido ha cambiado. Ya no veo que no conseguir un objetivo sea un “fracaso” como algo negativo si no como un camino más del aprendizaje en alcanzar dicho objetivo o cambiarlo (no siempre todos los objetivos que nos ponemos son coherentes).
En cuanto a lo de varios éxitos: si no alcanzar un objetivo lo consideramos fracasar y alcanzarlo es tener éxito, cierto, también he tenido éxitos, pero para mí el éxito es un estado efímero que acaba en cuanto lo celebras. Alcanzar un objetivo no garantiza permanencia, por lo tanto ya no me alegra tanto un éxito (o alcanzar un objetivo) si no que intento disfrutar al máximo del camino y del aprendizaje que obtengo al intentarlo, ya sea finalizando como fracaso o como éxito.
Y si, el post que comentas fue muy sonado. No me lo esperaba para nada y fue el inicio de algo muy interesante que ha ido pasando en mi vida desde que lo escribí. Y siento que desde hace un tiempo ya no es tan difícil hablar del fracaso, al contrario, creo que a muchos se les ha ido la bola y ahora parece como que es “guay” fracasar porque es algo implícito en ser “emprendedor” y también es ser “guay” esto de ser “emprendedor”. No tienes más que ve el desafortunado (bajo mi punto de vista) anuncio de Mercedes en el que un emprendedor, que va en esa marca de coche, cuenta alegremente como la ha cagado con varias empresas, como si eso no tuviera consecuencias y molase mogollón.
En fin, espero que la cordura vuelva al mundo de la empresa y se hable más de empresarios y menos de emprendedores. Y que los políticos, bancos, marcas de coches y otras especies dejen de “usar” el término “emprendedor” en beneficio propio y hagan acciones reales para fomentar la creación y desarrollo de empresas como hacemos muchos que, además de estar a tope con nuestras empresas, dedicamos algo de nuestro tiempo libre a organizar eventos como StartUp Weekend o similares.
Si tienes alguna otra confesión que hacernos este es tu momento.
Confesión suena a “últimas voluntades” jejeje y pienso seguir dando guerra durante mucho tiempo.