Cómo debe ser una empresa moderna del siglo XXI según Rodolfo Carpintier
Rodolfo Carpintier es una de las mayores personalidades del panorama emprendedor en España y cada día haciéndose más hueco a nivel internacional gracias a las inversiones de DAD (Digital Assets Deployment) en Latam y China, empresa de la que es presidente, en España ya es la incubadora más importante.
A lo largo de su vida ha impartido decenas de charlas, se ha entrevistado con cientos de emprendedores y ha invertido en decenas de empresas como Baquia o Cinemvip. Por lo tanto su opinión es reconocida y valorada por muchísimos seguidores.
El sr. Carpintier es un firme defensor de la economía digital y del concepto de empresas del siglo XXI, concepto alrededor del cual giran muchas de sus charlas.
Las tribus y su líderes de opinión
Muy en la línea de la gran figura del Marketing Seth Godin, nos habla de las tribus y los líderes, sin los que no sería posible el éxito de las nuevas propuestas tan innovadoras como Facebook o Twitter, y la obsesión como cualidad clave de los emprendedores con futuro, esto es, una vocación sin fisuras hacia el cliente para ofrecer el mejor producto o servicio del mercado. Esta obsesión es la que hace que nos vayamos a la cama pensando en como mejorar esto o aquello y que incluso se cuela en nuestros sueños.
Estas tribus son agrupaciones o clasificaciones de personas según sus intereses. Todos formamos parte de diversas tribus y dentro de ellas existen líderes de opinión que conviene conocer dentro de nuestro ámbito de acción o sector para entender el comportamiento, problemas y necesidades de estas tribus para estudiarlas y adaptar nuestros proyectos no solo a toda esta información sino a los recursos que consumen: blogs, redes sociales…
La empresa del siglo XXI
Y qué es la empresa del siglo XXI, pues aquella que ha dejado atrás los paradigmas del siglo pasado y que se esfuerza por entender o crear las nuevas necesidades del mercado y en ofrecer servicios y producto adaptados a estas tribus, que serán las que impulsen a los proyectos lo más alto posible.
Pero esto de adaptarse a los tiempos que corren parece que no es tan fácil y Rodolfo sitúa en más de un 90% las empresas que todavía no saben de que va esto de Internet y como ligarlo a su negocio. Y no es raro porque las reticencias al cambio casi siempre superan los posibles beneficios que conlleva este.
Y es en este vacío donde surgen inmensas posibilidades para todos esos jóvenes que no encuentran empleo o que son explotados con empleos que no les satisfacen y por los que no cobran lo que deberían. Y es que los nativos digitales lo tienen más fácil que nadie para entender a las tribus y ayudar a las empresas a dar el salto de verdad al siglo XXI. La necesidad de contar con todo tipo de asesores y formadores hacen que la demanda de este tipo de perfil pueda ser tan grande como el número de empresas que se encuentran anquilosadas, solo hay que saber dar con el modelo de negocio adecuado.
¿Y qué conlleva tener una empresa del siglo XXI? Pues nada más y nada menos que un cambio de mentalidad hacia lo global. Ya no estamos vendiendo nuestros productos y servicios en nuestra ciudad, ni siquiera en nuestro país, el terreno de juego se ha ampliado hasta todo el mundo, lo que conlleva un cambio de chip muy importante que nos ayude a abrir nuestro negocio con la ayuda de Internet ya que elimina las barreras y nos proporciona información a coste prácticamente 0. Solo con trabajo y a través de las redes sociales podemos testar una idea para validar su formato y de esta manera incluso ahorrar mucho dinero descartando una idea antes de llevarla a cabo.
Internet tiende a lo gratis
Además en una Internet en la que todo tiende a lo gratis, el tan nombrado modelo de negocio freemium (este modelo consiste en ofrecer un servicio inicial y limitado en características de manera gratuita para después ofrecer un servicio superior por un, normalmente, pequeño coste) es uno de los mayores exponentes de este fenómeno. Es por esto que los negocios que mejor están funcionando son low cost, lo que implica trabajar con elementos baratos de generar y totalmente escalables, y con la clave de la interacción de tu base de usuarios con tu producto para que sean ellos los que produzcan gran parte del contenido, no hay más que ver Youtube para comprender el mecanismo de recursos generados por el usuario a muy bajo coste para la empresa.
En definitiva, Rodolfo Carpintier nos plantea una reflexión sobre el camino adecuado para modernizar las empresas existentes, con la demanda de nuevos perfiles que esto supone, y la mentalidad global que debemos adoptar para encauzar con éxito nuestros proyectos emprendedores. Y todo esto trabajando la idea desde el minuto 0 con posibles usuarios gracias a la redes sociales y adaptando nuestro producto y servicio al conocimiento que podemos obtener de las tribus a las que podría interesar nuestra oferta.
¿Qué significa para vosotros que una empresa sea del siglo XXI? ¿Estáis de acuerdo con esta visión de las empresas del siglo XXI?