Aprende a gestionar tu marca personal en 4 pasos
¿Has oído hablar de marca personal pero no sabes gestionarla? ¿Necesitas mayor credibilidad para lanzar tus proyectos? ¿Quieres aprovechar las bondades de una marca personal bien gestionada?
Los emprendedores solemos trabajar mucho la marca de los proyectos que creamos y solemos dejar de lado nuestra propia marca. Si eres autónomo o freelance, es esencial tener una marca personal bien trabajada para posicionarte como experto en tu trabajo, pero si creas empresas el tener una marca personal conocida y consolidada tiene grandes beneficios tanto para ti como para tus proyectos: te será más fácil conseguir evangelistas de tus nuevos proyectos, lanzarás estos proyectos con mayores garantías ya que serás un experto en tu ámbito, te será más fácil contratar profesionales de calidad ya que muchas veces serán seguidores tuyos, podrás conseguir excelentes partners con mayor facilidad….
Todos tenemos marca personal queramos o no, ya que con cualquier contacto con otra persona dejamos una huella, como la gestiones es cosa tuya. Nosotros te proponemos 4 pasos imprescindibles para gestionar de forma efectiva tu marca personal.
Tabla de contenidos
Paso 1: Evaluación inicial
Antes de aprender a gestionar tu marca personal es esencial hacer un ejercicio de autoevaluación que te permita conocer la materia prima con la que cuentas.
En esta primera fase te deberás formular diversas preguntas que te lleven a un conocimiento profundo de tus bondades a potenciar así cómo de los aspectos negativos a evitar o mejorar.
Puedes empezar repasando tu currículum. Revísalo haciéndote este tipo de preguntas: ¿en qué puestos has trabajado? ¿qué competencias has adquirido? ¿qué habilidades has puesto en práctica? Esto te permitirá conocer la base en la que se va a sustentar tu marca personal. Tienes que identificar en que aspectos destacas del resto.
A continuación tienes que identificar tu pasión, o por lo menos que te gustaría hacer o incluso que estás haciendo ahora, si se trata de algo que te ilusiona. Esto es precisamente lo que quieres conseguir, trabajar de algo que verdaderamente te motive o potenciar tu trabajo actual si es que ya te satisface. Esa deberá ser tu visión, lo que quieres llegar a conseguir.
Para poner en orden a todo esto podemos utilizar el típico análisis DAFO que tanto hemos usado en negocios y proyectos. Tendrás clasificar la información que ya has obtenido y completarla para tener una análisis completo que te permita saber hacia dónde avanzar. El DAFO se compone de una parte interna y de otra externa. Internamente debes encontrar tus Fortalezas y Debilidades para potenciar las primeras, y mejorar o rodear las segundas. Externamente debes identificar las Oportunidades y Amenazas para aprovechar unas y protegerte de las otras.
Para potenciar las fortalezas o mejorar las debilidades puede ser necesario leer algún libro, hacer algún curso o incluso leer blogs sobre una temática para conocer otros puntos de vista. También puedes haber identificado una buenísima oportunidad para la que necesitarás mejorar tu preparación.
Con todo este trabajo ya habrás podido hacerte una idea general de la materia prima con la que cuentas y habrás identificado por donde seguir avanzando.
Paso 2: Crea tu modelo de negocio
Ya tienes en tus manos un análisis exhaustivo inicial, ahora es el turno de crear tu propio modelo de negocio y lo primero es crear tu propuesta de valor que define cual es el producto que ofreces y en que se diferencia del resto. Para todo el proceso de creación del modelo de negocio recomiendo usar el Business Model Canvas. Y si has leído el libro Business Model Generation, mejor que mejor.
La propuesta de valor identifica los Unique Selling Points, que son los puntos clave para vender tu producto, céntrate en los beneficios que se obtienen del producto que ofreces. Cuando hablamos de producto no lo identificamos con algo tangible a vender por un precio, sino el conjunto de habilidades que pones a disposición.
Ahora debes seguir rellenando el resto del modelo de negocio que gira alrededor de la propuesta de valor, trabajando los siguientes aspectos:
- Segmentos de usuarios/clientes: debes conocer a los grupos de usuarios/clientes en los que centrar tu atención.
- Relación con los clientes: cómo te relacionarás con tus clientes o usuarios.
- Canales: por que canales te relacionarás con ellos. Puede ser un blog, una newsletter, redes sociales, eventos…
- Actividades clave: para desarrollar tu trabajo hacen falta ciertas actividades clave que deberás perfeccionar.
- Recursos clave: puede ser que necesites una serie de recursos imprescindibles para el desarrollo de tu labor.
- Partners clave: no podemos hacer todo solos, así que es necesario relacionarnos con otros profesionales para potenciar nuestro modelo de negocio.
- Estructura de costes: en que gastos vamos a incurrir para desarrollar nuestro trabajo. Puede que necesitemos un portátil, comprar libros, asistir a eventos…
- Fuentes de ingresos: este es el objetivo final de todo modelo de negocio, transformar el trabajo en dinero. Tienes que conocer como te van a llegar los ingresos y cuanto puedes ingresar.
Paso 3: Planifica
Ya tienes un modelo sólido de negocio en el que basarte y ahora necesitas una planificación en el tiempo para desarrollarlo. Además una correcta planificación te permite adelantarte a los imprevistos e ir ajustando tanto tus objetivos como tu modelo de negocio.
Lo primero es identificar a dónde quieres llegar, tu visión, después debes establecer una serie de objetivos a largo plazo. Estos objetivos se pueden desglosar en hitos a corto y medio plazo que configurarán el camino que deberás trazar.
Es muy recomendable planificar en este orden, primero desde el largo plazo e ir desgranando los pasos intermedios que deberás conseguir para alcanzar esta visión final.
Además estos hitos intermedios te permitirán mantener la motivación al verte capaz de alcanzarlos, con lo que el trayecto será más amable.
Una correcta planificación es aquella que te lleva desde el punto de inicio en el que te encuentras, al punto final al que quieres llegar, pasando por una serie de puntos intermedios.
Paso 4: Ejecuta
Ya conoces tu materia prima, has desarrollado tu modelo de negocio y has planificado la forma de desarrollarlo, ¡solo te queda ponerte manos a la obra y empezar a trabajar para conseguirlo!
Pero los planes son una cosa y la realidad otra distinta, por lo que a medida que vayas avanzando con tu planificación, deberás adaptarte a los imprevistos, ver otras oportunidades,… que hagan necesario actualizar tanto la planificación como el modelo de negocio. No te preocupes si al principio la desviación es grande, pasa hasta en las mejores empresas.
Si te ha parecido interesante el artículo no dudes en descargar nuestra Guía de Marca Personal para Emprendedores.