10 razones para NO emprender por Xavi Sánchez
Con este artículo no pretendo asustar a todos aquellos que se les haya pasado por la cabeza eso de emprender pero todavía no se han animado a dar el salto. No me malinterpretéis, el objetivo del blog es motivar y ayudar a los emprendedores, pero en una época en la que parece que solo existe la salida de emprender, mucha gente lo va a pasar mal si va a dar el salto y no lo hace con convicción.
Así que si después de leer y reposar este artículo te quedan ganas de emprender, es que lo tuyo no tiene cura 😉 Estas son mis 10 razones para no emprender:
Tabla de contenidos
1. Soledad
Una de las más grandes batallas que vas a librar es contigo mismo. El peso del proyecto recae sobre tus hombros y no podrás ir a quejarte a nadie. Los logros serán de todo el equipo y deberás hacer hincapié en eso, y los fracasos serán tuyos como máximo exponente de tu negocio.
Vas a atravesar momentos de soledad realmente duros y tu motivación se va a tambalear muchas veces. Y no pienses que emprendiendo en equipo vas a estar menos solo, si eres la cabeza del proyecto vas a tener que asumir esta soledad como compañera de viaje.
2. Exclusión social
Además de que en las primeras fases de tu proyecto dispondrás de muy poco tiempo para tu vida social, hagas lo que hagas quedarás marcado. Si tienes éxito serás un pérfido empresario, si no lo tienes quedarás marcado como un fracasado y todos te dirán que ya te lo advirtieron.
Desgraciadamente la cultura emprendedora brilla por su ausencia en muchos países, y emprender es cosa de locos y los empresarios de éxito son malas personas y han llegado allí por explotar a la gente. Triste pero cierto.
3. Tú sólo no puedes
Quizá eres un técnico tremendamente bueno, o un comercial que convencería a los esquimales de que compraran hielo, pero una empresa es un organismo que necesita muy diversos perfiles para vivir.
Prepárate para convencer al mejor equipo del que puedas disponer, si no son mejores que tú, seguramente tu empresa será un fracaso. Y créeme que convencer a extraños de que se incorporen a tu un proyecto que todavía no existe, es muy difícil.
4. Tienes qué salir a vender
Eso de ser tu propio jefe suena muy bien, pero la realidad es que vas a pasar de tener un jefe a tener decenas de ellos: tus cliente, tus proveedores, tus socios, tus trabajadores… vas a tener que vender tu proyecto, tus productos, tus servicios a todos ellos y aceptar sus quejas y reclamaciones en primera persona.
Si quieres emprender un proyecto tecnológico lo más probable es que seas un geek y eso de vender no se te de excesivamente bien. Pues tienes que saber que si no vendes tu negocio, tus proyecto, tus productos… tú mismo, la cosa se complica. La primera gran misión del emprendedor es salir a vender.
Además si estás muy cómodo en tu oficina o trabajando desde tu casa, olvídate, tienes que pisar el terreno en primera persona y mantener infinidad de contactos para que tu proyecto progrese.
5. Te vas a arruinar
Si es la primera vez que emprendes, tienes más de un 90% de posibilidades de que tu empresa reclame todos tus ahorros y que acabes quebrando, con lo que te vas a quedar en la ruina. Y no lo digo por asustar, es una estadística constatable.
Y si se te pasa por la cabeza no poner toda la carne en el asador, tu dinero, olvídate de emprender, nadie creerá en un emprendedor que no arriesga lo suyo y pide un esfuerzo a los demás.
A mayor número de intentos la probabilidad de arruinarte va decreciendo, pero no te fíes, la quiebra puede estar a la vuelta de la esquina.
6. Tienes que trabajar infinito y más allá
Que si horario flexible, que si podré trabajar en casa, que si… todo eso es muy bonito, pero la otra cara de la moneda es que vas a trabajar todas las horas habidas y por haber, y puede que algunas más de regalo.
Los días del calendario y los festivos te empezarán a dar igual, total tu vas a seguir tu rutina como si nada pasara. Además dependiendo del tipo de proyecto puedes incluso tener que levantarte en mitad de la noche a apagar un fuego, es lo que tiene el directo.
7. No estás preparado
Has participado en un curso de creación de empresas, te has leído 10 libros o incluso has cursado un MBA.. perfecto, no te habrá servido de casi nada. Te darás cuenta que tu plan de empresa no sirve para nada y no se cumple ninguna de tus previsiones. Tu modelo de negocio no se ajustará a la realidad del mercado y todo lo que has aprendido se verá puesto en duda, ¡bienvenido al maravilloso mundo de los emprendedores!
Más te vale aplicar metodologías como customer development o lean startup para que todos los errores de apreciación que hayas cometido en tus planes no supongan una gran losa para tu negocio.
8. La mierda cae hacia arriba
Da igual que en tu empresa hayan 2 trabajadores como 20, y que tengas varios responsables de sección, si hay un problema la culpa es tuya.
Además te va a tocar lidiar con las cosas más “bonitas” que en teoría debería de resolver otra persona de tu equipo. Ser el jefe es lo que tiene, eres un imán para los problemas y no tienes a otro al que cargarle con el muerto.
9. Tu salud se va a resentir
Más te vale abrir un plan de pensiones, porque tu esperanza de vida se va a acortar unos años de golpe… Vas a dejar de tener tiempo para hacer deporte, más te vale encontrarlo, el estrés va a hacer que se te caiga el pelo y tu humor se va a agriar.
Estar al mando de un empresa es una de las peores cosas que le puede pasar a tu salud, además el aumento de estrés prolongado puede conseguir que en un momento dado hagas ¡pum! y se te venga el mundo encima.
10. Saldrás constantemente de tu zona de confort
Mucho se habla de la zona de confort y de lo importante que es salir de ella para conseguir ser más feliz y lograr más cosas, lo que no se dice es que estar permanentemente fuera de tu zona de confort hace que el nivel de estrés llegue a cotas legendarias…
Todo lo que se te ocurra ahora mismo sobre una empresa que es difícil de hacer y que no te gustaría hacerlo, tranquilo que lo tendrás que hacer sí o sí, sin excusas.
Si se os ha quedado el cuerpo medianamente bien después de leer todo esto, ¡felicidades! ya tenéis un 1% del camino andado 🙂