10 cosas que aprenderás trabajando para una startup
Se ha escrito mucho sobre las ventajas e inconvenientes de trabajar en una startup, comparándolo con trabajar para una empresa consolidada. Sin embargo, pocas veces se hace hincapié en el hecho de que trabajar en una empresa en formación puede convertirse en un gran proceso de aprendizaje. Las características propias de una startup –empresa pequeña, con poco personal y menos recursos económicos, pero con gente cargada de ilusión y nuevas ideas–, hacen que trabajar en una de ellas pueda convertirse una experiencia de aprendizaje única.
Aquí apuntamos diez cosas que, sin duda, aprenderás trabajando en una startup. ¿Se te ocurre alguna más?
Tabla de contenidos
Aprenderás a implicarte en la empresa
Una de las primeras cosas que aprendes cuando empiezas a trabajar en una startup es que tienes que implicarte al máximo en el proyecto. El sueldo y la seguridad de tu puesto de trabajo no son lo más importante; lo único que cuenta es que la empresa salga adelante: si a la empresa le va bien, a todos les irá bien. En realidad, no eres empleado de una empresa, eres miembro de un equipo.
Multitarea
Una startup típica no suele disponer de personal suficiente como para que cada persona se dedique exclusivamente a lo suyo. Trabajando en una startup, aprenderás a enfocarte en varias cosas –a veces, incluso, al mismo tiempo– y a realizar tareas que no son específicamente de tu sector.
Optimizar recursos
En una startup el dinero no fluye a raudales y muchas veces los presupuestos dedicados a determinadas tareas son escasos o, incluso, inexistentes. Tendrás que aprender a encontrar maneras baratas y rápidas de hacer las cosas. También aprenderás a distinguir entre lo que es realmente importante hacer y lo que estaría bien hacer, pero no es imprescindible: no hay ni tiempo, ni dinero, para todo.
Usar la imaginación
En consonancia con el punto anterior, tendrás que aprender a pensar de una manera imaginativa; no sólo para suplir con imaginación las posibles carencias de recursos, sino también, y sobre todo, porque la imaginación puesta al servicio de la innovación –en todos los sectores de la empresa– es una de las bases del éxito de cualquier startup, y de quienes trabajan en ella.
Responsabilidad y organización
En una startup el control de los empleados suele ser más relajado que en una empresa consolidada, que disponga de una marcada jerarquía. Pero esto no significa que no te vayan a exigir resultado: al contrario, te exigirán incluso más. Esto significa que no tendrás más remedio que aprender a ser extremadamente responsable y organizado.
Toma de decisiones
Como consecuencia de lo anterior, aprenderás a no dar cuentas y consultar al jefe cada paso. Las startups suelen tener una jerarquía plana, que te obligará a ser independiente y a tomar tus propias decisiones, muchas veces más importantes de lo que esperarías que te correspondiera.
Trabajo en equipo
Y a pesar de esa independencia, formas parte de un equipo y tendrás que aprender a trabajar en equipo y en constante interrelación con las demás personas de la empresa –algo que puede parecer fácil, pero que muchas veces es lo más complicado.
Trabajar con personas de otros países, idiomas y culturas
Muchas startups están formadas por personas de diversos países, con las diferencias culturales que eso conlleva. Esto, lejos de ser un problema, resulta muy enriquecedor: hará que tu mente se abra y puede enseñarte cosas insospechadas.
Trabajas por resultados, no por horas
Aunque en tu contrato ponga que tienes que trabajar tantas horas, pronto aprenderás que eso no es verdad: trabajarás el doble y lo harás sin que nadie te obligue. Aprenderás que, si no cumples determinada tarea, no hay nadie más que pueda terminarla por ti. Y eso perjudicará al grupo.
Trabajar puede ser divertido
Y también harás más horas porque, a pesar de todo lo anterior –o gracias a todo ello– aprenderás que, si estás embarcado en un proyecto que te gusta y tus compañeros son los adecuados, trabajar en estas condiciones puede resultar muy divertido y gratificante.
Sobre la autora, Magda Alexandra Torres
Magda es una apasionada de las startups y actualmente colabora como Marketing Manager de la red de empleo en startups JobFluent.